Foto: udechile.cl |
A ver muchachos,
¿Le mentimos a la gente o intentamos
decirle la verdad? Para “embolinarles la perdiz” está Hoyos y sus
conferencias de prensa rebalsadas de profecías bíblicas que ni su compatriota
Berboglio compra, así que vamos con la realidad. Sí, porque la única verdad posible -en esta vida por lo menos- es la
realidad.
La U empezó el
partido como tenía que hacerlo. Manifestó,
de entrada, su declaración de intenciones al presionar y morder desde el minuto
uno a su rival. Y en esa idea, llegó la apertura de la cuenta. Casi por
primera vez desde que juegan juntos, Ángelo Araos pudo juntarse con Soteldo para generar una de esas “pequeñas
sociedades” que tan bien les hacen a los equipos con aspiraciones
importantes. Desarmaron la defensa argentina y -tras la novel corrida de David
Pizarro- se inauguró el placard.
Uno a cero a los
10 minutos ¿Y ahora? Esa fue la pregunta
que se hizo Ángel Guillermo Hoyos. Pregunta a la que no supo dar respuesta
y ahí se quebró el partido para los azules. Desde ese momento el equipo no supo
si seguir atacando o esperar en su campo. No supo si intentar tener la pelota o
corretear al rival. Se quedó sin una idea clara para ejecutar en la cancha -y como de afuera no llegó la idea liberadora-
se cedió el protagonismo para pasar a ser actor de reparto…pilcha que le
queda bien al DT, pero en ningún caso a la institución ni a este grupo de
jugadores (por lo menos de local eh).
Tras la falta de
un libreto claro luego del gol tempranero, Racing
asumió el nuevo estatus del partido y empezó a arrimarse al arco de Herrera
de la mano de Lautaro y Lisandro, sus figuras. Intentó mostrar la intensidad y
valentía que lo hacen, hoy, uno de los mejores equipos de su país. Sin embargo,
el Romántico Viajero lo aguantó bien, no se intimidó (hablo de los jugadores),
pero en Copa Libertadores ¿Basta con “aguantar”
al rival para aspirar a algo importante? A mi juicio no. A juicio de Ángel Guillermo,
está claro que sí y ahí está el problema.
Los trasandinos terminaron
empatando el partido a los 23 minutos luego de un tiro libre de Donatti que
tuvo complicidad de la barrera y de Johnny, por supuesto. ¿Qué hizo el equipo después de la paridad? ¡Comenzó, derechamente,
a especular! Pecado mortal en condición de local, si es que la aspiración es pasar
la fase de grupos y pelear la Copa. Esto, se agudizó en el segundo tiempo después
de la expulsión del ‘pulpo’ González (67’).
En ese momento
Hoyos, nuevamente, quedó en evidencia. Es
que lejos de “oler sangre” y salir a rematar a su rival en el suelo los 23
minutos restantes, se asustó. Sí, ni más ni menos, Guillermo se aterró, no
supo qué hacer y en la dicotomía ¿Lo voy a buscar o me conformo con el empate? Eligió
la segunda y así le fue.
Y claro, con la
postura conservadora del técnico azul y la expulsión del ‘académico’, Racing sabía que empezaba a asegurar el empate
porque el árbitro también tenía que empezar a jugar “su” partido. Ese
partido donde todas las pelotas divididas tenían (y fueron) a favor de los
argentinos y donde en cualquier jugada polémica iba a ‘compensar’. En esa se fue
el partido. Entre la falta de ‘hambre’ del entrenador cordobés y la conformidad
del punto obtenido por el visitante. La pregunta es ¿Lo empató la U o NO lo quiso ganar Hoyos?
La respuesta es tan clara que hasta Herrera se puso
loco ante la falta de ambición de Hoyos. Esto porque tras la expulsión, fue el 25 de la U quien fue a “zamarrear”
a sus compañeros hasta la mitad de la cancha. Intentó sacudir la mediocridad
que venía del banco, pero no alcanzó. Ahora, tengo una pregunta para ustedes, porque
la verdad es que yo no tengo la respuesta ¿Nicolás
Guerra estaba escondido, internado en algún hospital o preso en alguna cárcel?
En serio, ¿Cuál es la explicación de haberlo hecho jugar 47 segundos?
“Hay un dejo de
amargura porque tenemos plantel para pelearle a cualquiera…con un jugador más,
y en tu casa, tienes que ir a buscar el partido a como dé lugar y creo que no
lo hicimos…entra el Nico Guerra cuando
queda un minuto y ¿qué va a hacer el Nico en un minuto?” Estas fueron las
palabras del capitán tras el partido.
Frases que
vuelven a exponer al deté argentino de la U. Realidad que se enmarca en el
presente. Porque eso es el fútbol, presente. Si antes se reconoció el hecho de que Hoyos haya “cambiado” poniendo
línea de 3 para defender con 7 jugadores (más los 2 laterales y los 2 vol. ventrales)
y no verse tan expuesto, hoy se le tiene que decir la verdad al hincha de la
Universidad de Chile. Para mí, está más
cantado que el himno, Ángel Guillermo Hoyos no quiso ganarle a Racing.
Ahora, viene
Cruzeiro acá y allá. Hoyos tiene que volver a cambiar. Tiene que sacarse los ropajes eclesiásticos teñidos de conservadurismo
y temor para salir a ganarle a los brasileros en el Nacional. Ese es el
partido clave y los hinchas tienen la obligación de saberlo y hacérselo saber,
de lo contrario (como tituló un diario argento hace un tiempo)…otra vez sopa!
No hay comentarios:
Publicar un comentario